martes, 23 de junio de 2009

LAS LEYES DE BURGOS

La Junta de Burgos

Las ordenanzas recogieron las conclusiones adoptadas por una junta de teólogos y juristas, conocida como Junta de Burgos, que se había reunido como respuesta al famoso sermón de Montesinos (1511) y su denuncia por las condiciones sociales de los indígenas. Concluyó con una serie de principios:
Los indios son libres.
Los Reyes Católicos son señores de los indios por su compromiso evangelizador
Se podía obligar a los indios a trabajar con tal de que el trabajo fuese tolerable y el salario justo, aunque se podía pagar en especie y no en dinero
Se justifica la guerra si los indios se negaban a ser cristianizados; y para ello se creó la institución del Requerimiento. Una conquista sólo estaba justificada si los indios se negaban a ser evangelizados.

El rey Fernando el Católico encargó a los dos más destacados representantes de la junta que fijasen su posición en sendos tratados:
Juan López de Palacios Rubios, consultor de la corte para temas indianos (Libellus de insulis occeanis quas Indias vulgus apellat), es el más sólido defensor del argumento teocrático que justifica la concesión papal (Bulas Alejandrinas)
Matías de Paz, catedrático de teología en Salamanca (De dominio regum Hispaniae super indos), no menos teocrático, pero que al menos insiste en la necesidad de informar a los indios de los derechos del rey de Castilla con un requerimiento antes de someterlos pacíficamente o hacerles la guerra.
La Junta de 1512 se caracterizó, pues, por dos planteamientos jurídico-teológicos enfrentados:
Uno incidía en la supremacía de lo espiritual hasta invalidar el derecho natural: los paganos podían, por tanto, ser sometidos a la fuerza pues el pecado original hace que el hombre pierda sus derechos.
El otro, tomista, insistía que no se podían quitar al hombre sus atributos naturales, de derecho político, de propiedad y de determinación cultural, que siempre le acompañan. En ese sentido había una independencia de lo sobrenatural con respecto a lo natural , y en consecuencia el pecado no invalidaría los derechos del hombre.
Se especuló con diversas soluciones, incluso partidarios de este segundo planteamiento defendieron que se daban causas para una guerra justa contra los indios, para así imponer el dominio español -se ideará para ello el requerimiento-. Se sostenía, en definitiva, que hacer la guerra a los indios era justo porque se trataba de mejorar su situación, al menos la espiritual.
Esa controversia inicial se resolvió con un compromiso recogido en las Leyes de Burgos, que mantenían el trabajo forzoso de los indios, si bien limitándolo y humanizándolo algo.
No obstante, su aplicación fracasó, como probó de manera casi inmediata la extinción de los aborígenes de las Antillas mayores. Aunque supusieran el inicio de una viva polémica en la época.

Las Leyes y su aplicación


El ámbito de implantación de las leyes debía comenzar por la isla de La Española, para extenderse más tarde a las islas de Puerto Rico y Jamaica. Las ordenanzas autorizan y legalizan la práctica de los repartimientos en encomienda de indios por parte de los colonizadores a razón de un mínimo de 40 y un máximo de 150 individuos, pero se esforzaron en establecer una minuciosa regulación del régimen de trabajo, jornal, alimentación, vivienda, higiene y cuidado de los indios en un sentido altamente protector y humanitario.
Se prohibió terminantemente a los encomenderos la aplicación de todo castigo a los indios, el cual se reserva a los visitadores establecidos en cada pueblo y encargados del minucioso cumplimiento de las leyes. Las mujeres embarazadas de más de cuatro meses eran eximidas del trabajo.
Se ordenó la catequesis de los indios, se condenó la bigamia y se les obligó a que construyan sus bohíos o cabañas junto a las casas de los españoles. Se respetó, en cierto modo, la autoridad de los caciques, a los que se eximió de los trabajos ordinarios y se les dio varios indios como servidores.
El incumplimiento de las leyes en una multitud de casos, originó numerosas reclamaciones y protestas.

Consecuencias [editar]
La siguiente generación de debates que profundizó sobre la misma cuestión (que se conocerá con el nombre de polémica de los naturales o justos títulos) fue tras las Leyes Nuevas de 1542 con la Junta de Valladolid.

4 comentarios:

  1. LEYES DE BURGOS
    Sin reparos, ni ninguna consideración los conquistadores incorporan a los indígenas a trabajos forzados sin respetar sus costumbres, solo y con el único objetivo de realizar una empresa económica para su beneficio propio. Por esta situación y temiendo la corona española que la economía floreciente se derrumbara, surge entonces el nacimiento de algunas leyes. No teniéndose en cuenta la cultura propia de los pueblos conquistados se incorporan leyes creadas por otros pueblos y se realiza un trasplante del Derecho Castellano a los indígenas. Pretendiendo con estas leyes importadas “proteger” a nuestros antepasados.

    ResponderEliminar
  2. "Se sostenía, en definitiva, que hacer la guerra a los indios era justo porque se trataba de mejorar su situación, al menos la espiritual", queda claro que este tipo de justificaciones ha llevado al mundo a tantos genocidios, hoy muy conocidos, pero que no se busca la forma de evitarlos. La religion sigue interviniendo para que esto siga ocuuriendo, en el pasado la cristiana con nuestros indigenas y hoy la musulmana con sus mismos discipulos, los cuales tambien se convierten en victimas.

    ResponderEliminar
  3. La ley que es impuesta a un pueblo o civilización para doblegarlo en el falso principio social de justicia e igualdad para todos es una doblegación hacia los supuestos conquistados que tiene por mayor objetivo el hurto, la violencia la explotación...de bienes, de mentes... de libertad ...de la palabra

    ResponderEliminar
  4. Me parece interesante observar como se conforma la junta de Burgos, por teologos y juristas, que trataban de mejorar la condicion de los indigenas.
    Aqui se puede observar como se utilizaba la fuerza para someter a la evangelizacion a los indigenas por considerarse pecado.
    Pero por otra parte este pecado original no quitaba los derechos politicos y de propiedad

    ResponderEliminar

Seguidores